El Hachazo. Daños colaterales

Por Héctor Romero

Empezaré por el principio. José Mourinho no me gusta. En concreto, lo que me desagrada especialmente es todo lo que tiene que ver con su puesta en escena lejos de la espesa hierba, retratada en esa cruzada caza-fantasmas fruto de la obsesión por colocar el foco mediático en la dirección que marque su índice, y no al revés

Un intento por encajar en la historia del Real Madrid algunas de sus actitudes requeriría de la intervención de dinamiteros ejerciendo un preciso trabajo de voladura, reduciendo a escoria valores que hasta la fecha han llevado el copyright blanco. Tal vez sea la ausencia de un currículum de primer nivel como futbolista, o tal vez no, el detonante de su goma dos verbal como el único modo de lograr posicionar su discurso a la altura del de sus colegas, que en muchos de los casos cuentan sus carreras calzando botas de tacos a base de entorchados.

Pero para conocer a Mou hay que superar el trámite que nos condena a soportar sus ruedas de prensa. Sin embargo, como sucede con aquella tarea aborrecible que a medida que es superada una y otra vez acaba por ofrecer alguna arista más redondeada que las otras, sólo se puede entender al portugués en su totalidad diseccionando sus declaraciones públicas. Pelando las escamas hasta clavar el tenedor en el lomo. Alterna demagogia hooliganista con verdades incómodas para una audiencia poco acostumbrada a encajar el lenguaje directo. Todo ello perfectamente calculado, dardo a dardo, para ejecutar uno por uno cada uno de los preceptos del Evangelio según Mourinho que, emulando a los textos originales a los que profesa pública devoción, muestra también el camino hacia la salvación a sus apóstoles y discípulos. Con cada página del manual superada mayor es la espesura del blindaje del bunker de Valdebebas, refugio de sus pupilos en el que viven alejados de la primera línea de tiro. El paraguas del entrenador es de tal diámetro que no se escapa ni un solo haz de luz que pueda iluminar los excesos de sus chicos lejos de Tierra Blanca, ni siquiera en el turno de noche. Como contrapartida los jugadores le prometen fidelidad eterna mediante juramento de sangre, la otra esencia de los proyectos de The Special One. Y si no de qué manera se puede comprender, sin necesidad de recurrir a un duelo virtual en PSP, que Etoo ocupara de facto la demarcación de lateral en la vuelta de las semifinales de la pasada edición de la Champions en el Camp Nou, cumpliendo a la perfección su papel sin ni siquiera forzar la expresión.

Ahora bien, no toda la existencia de Mourinho debe reducirse a su alter ego más Mr. Hyde. Posee una perfil técnico, el que para algunos –muchos, quizá- es el único que cuenta, en el que deja ver a un Dr. Jekyll brillante, astuto e incansable que sobrevuela el nido de la excelencia en la dirección técnica. Y es que los datos son demoledores: en solo 10 años (debutó como entrenador dirigiendo al Benfica en 2001) ha conseguido 2 Champions League, 1 UEFA, 6 Ligas, 4 Copas, 4 Supercopas, además de diferentes trofeos nacionales en su etapa en la Premier League. La esencia de su carrera discurre en esa escalada continua por colocar la primera bandera en todas las cimas. Ese espíritu de superación –que somatiza en un egocentrismo extremo- es el que le ha acompañado desde el día en que, mientras cubría labores de scouting para otros, se prometió a si mismo que no descansaría hasta que llegaran los aplausos que acompañan a las coronas de laurel. Dicho y hecho.

El último de los episodios tuvo lugar en la final de la Copa del Rey del pasado 20 de Abril. Pero para subir a ese trono primero tuvo que levantarte de un doloroso tropezón en su primera visita al feudo blaugrana como madridista. El 5-0 perpetrado por los locales le despejó todas las dudas: al Barcelona no se le puede jugar a pelotear. Seguro que lo que más le dolió a Mourinho fue no haber saltado al campo aquel día defendiendo sus convicciones futbolísticas, por underground que fueran, secuestradas por el deseo –estéril bajo su visión monocular- de agradar a la parroquia. Desde aquel instante lo vio claro. El color de la camiseta carece de valor cuando el objetivo es el mismo. De azul, neroazzurro o blanco, la única manera de asaltar al tren del fútbol blaugrana es moviéndole el tablero y descolándole las piezas. Los de Guardiola son probablemente uno de los mejores equipos de todos los tiempos con un fútbol de ingeniería que insulta al adversario a golpe de danza. Sus jugadores parecen flotar sobre el tapete recorriendo laberintos que solo ellos conocen, mientras el rival se encuentra atrapado en un terreno pantanoso que hace inapreciables sus movimientos. Con todo eso en el zurrón, Mou volvió sobre sus pasos y versionó a la española su mejor repertorio con temas que en anteriores ocasiones sonaron made in Londres o Milán. Y el producto final fue una manufactura de gourmet, quizá demasiado amarga para algunos paladares. Colocó a sus once espartanos en formación y les tatuó la táctica en el pecho. No había tiempo para dudas ni matices. Se trataba de una orden superior y con Mou la cadena de mando se respeta hasta que el capitán perece en solitario en el interior de buque mientras éste se sumerge.

En los casi 30 años que llevo viendo fútbol jamás había contemplado a un Real Madrid que entendiera de forma tan severa la palabra de su entrenador como un dogma de fe. No se discute ni un ápice de las directrices porque toda contención energética se transforma en un kit de supervivencia, recibido con honores en mitad del fragor de la batalla. La intensidad agotadora de los madridistas imprimía una presión tal a cada una de sus pisadas, que acabaron por desnivelar el terreno de juego de Mestalla. Ver a Xabi Alonso, Di Maria, Ozil o Ronaldo correr en contra dirección mucho más de lo que nunca imaginaron es, cuando menos, inédito. Pudo salirle mal y romperse el engranaje en el segundo acto, y en ese caso el ventilador de las hostilidades hubiera girado a plenitud de revoluciones nada más abandonar el vestuario. Sin embargo, una vez más, consiguió su propósito cimentándolo en la convicción de sus extraordinarias dotes como director de orquesta y el contagio de ese sentimiento en su tropa percusionista, poblada de héroes de guerra como el coronel Casillas. Tal vez en la universidad, además de aprender el método Guardiola, se deba ampliar la oferta formativa con el Plan Mourinho sobre gestión de equipos. Quién sabe.

http://gentedigital.es/comunidad/hacheseescribeconhache/
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El Mallorca visto desde Madrid (II)

Por Tolo Leal

Desde el último artículo que publiqué aquí acerca de cómo es visto el Mallorca en Madrid, varios son los asuntos referidos al equipo que he comentado con mis compañeros periodistas y que me han llamado la atención, con lo que considero que son aptos de redactarlos a continuación.
Uno de los más llamativos es referente a un tema que se trató aquí con anterioridad. Y es que en la capital ven con muy buenos ojos la posible llegada de Michael Laudrup al banquillo del Real Madrid. En ocasiones he sido yo quien ha sacado la posibilidad para ver las opiniones, pero en otras ha salido directamente de la boca de algún compañero, lo que me resulta más interesante, pues pensaba que era algo de lo que sólo se hablaba, y muy de pasada, en la Isla.

En lo que todos coinciden, y eso es lo más relevante, es en que el danés sería ideal para dirigir la nave blanca. Bien por su elegancia y su apuesta por el buen fútbol; bien por el buen recuerdo que dejó en el club; bien por las inevitables comparaciones con Guardiola; o bien porque, en cierta medida, sería un pequeño golpe para el aficionado azulgrana, todos están de acuerdo en que su contratación sería muy positiva. Ojo con eso.

En lo que a jugadores se refiere, me llama especialmente la atención la facilidad con la que se deshacen en elogios hacia De Guzman. No digo que el canadiense no los merezca, pero es que en palabras de algunos parece que estén hablando del mejor medio centro de la liga. Probablemente el motivo de ello no sea otro que el hecho de que se trata de un futbolista (más allá de su calidad, innegable) muy vistoso, con lo que siempre aparece en los resúmenes que, al final, es lo que terminan viendo aquellos con quines comparto tertulia.

También, últimamente, han aparecido muchos adeptos a Emilio N'Sue (por fin), del que dicen que "es un futbolista completísimo", que "tiene la cabeza muy asentada para la edad que tiene" y, obviamente, el típico comentario de "qué poquito os va a durar". Lo peor de todo es que seguramente tengan razón.
Con quien no pueden, por mucho que intente convencerlos de lo contrario, es con Webó. El adjetivo que suelen añadir cuando se habla del camerunés es el de "paquete". Y quizá la explicación esté en lo mismo que en el caso de De Guzman, aunque en esta ocasión al revés. Cuando ves algún resumen del Mallorca, siempre aparece algún gol más o menos sencillo fallado por el delantero mallorquinista. Sin emgargo, ahí no se puede observar el trabajo que hace durante los noventa minutos, el carácter que imprime siempre en los partidos, o la moral que levanta en sus propios compañeros continuamente. Y eso es precisamente por lo que tanto se le valora en la Isla.

Por último, destacaría también que hace apenas unos días, antes de la visita a Cornellà-El Prat, cuando el Mallorca encadenó dos derrotas consecutivas, presentándose un complicado calendario, y aparecieron algunas dudas (muy pequeñas, eso sí) sobre la facilidad de la salvación esta temporada, todos, absolutamente todos los compañeros no dudaron ni un segundo en afirmar que era imposible que el Mallorca bajara esta temporada. Quizá a los seguidores bermellones, por aquello de que a los mallorquines nos gusta sufrir, se nos pasó en algún momento por la cabeza, pero la respuesta que siempre me dieron fue tan tajante que no pude por más que hacerles caso. Y tiene pinta de que tenían razón.

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El problema del gol

Por Tolo Ramón

El Mallorca está teniendo claras dificultades para encontrase con el gol y mejorar los guarismos es tan imprescindible como complicado. Aquí la aptitud manda y el entrenamiento pierde preponderancia. ¿Qué papel puede desempeñar el entrenador y cómo se puede mejorar el gol?
Por un lado se pueden desarrollar ejercicios motivacionales en donde el tiro a portería se produzca con mucha superioridad o nula oposición. Aumentar la autoestima de los delanteros siempre es importante y puede ayudar en los momentos más decisivos.
Pero el verdadero trabajo del entrenador está en favorecer situaciones que acerquen a sus futbolistas al gol. Trabajar aspectos del juego para generar un poco más de espacio y tiempo puede servir para que el jugador puede ver la portería más grande. Pero después sólo el talento decidirá y el entrenador poco podrá aportar. En el área contraria un control defectuoso o un desmarque erróneo son casi siempre sinónimo de fracaso.
El último golpeo o el remate son talento puro y el margen de mejora es muy estrecho. Dominar el gol es un arte al alcance de muy pocos y los entrenadores están bastante limitados en su mejora.

P.D. El gol se paga con dinero

Twitter.com/toloramon

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El hombre de la gorra

Por David J. Nadal
“Hola, ets David? bon dia, passa” “Hola, bon dia”.
Primera jornada de rodaje. Son las 9 de la mañana de un día del septiembre pasado, en una preciosa casa blanca, por fuera, blanca por dentro, de Portocristo. Me encuentro en el comedor de Toni Nadal, que a pesar de mi presencia en su casa no levanta la cabeza ni la mirada.
Está sentado en el sofá manipulando un portátil. Serio, distante, va a lo suyo y se limita a un escueto “bon dia”. “Bon dia Toni, com va?”. Suerte de la presencia de Joana Maria, su mujer, que me ha abierto la puerta y me ha invitado amablemente a un cafetito. Me vendrá bien, para venir desde Palma me he levantado a las 7 y estoy un poco dormido. Tras pensármelo mucho y de mirar, ver, presenciar y disfrutar de unas espectaculares vistas a la bahía de Portocristo, me atrevo a sentarme para tomar mi café y conversar con la mujer de Toni Nadal. Él sigue a lo suyo.
“O sigui que vos anau a caminar un poquet, això está bé”. Toni Nadal, que parece que sigue a lo suyo, espeta sin levantar la mirada: “O no ho veus Joana que a aquest li vindrà molt bé caminar. No veus com está?”. Yo, que es verdad que no soy precisamente una bailarina, me vuelvo a poner de pie en un santiamén, meto pa’dentro la barriga y me digo “Déu meu, el que ens espera, rodar aquest documental serà pitjor que un part”. La primera en la frente.
Casi 7 meses después estrena hoy IB3 Televisió (21.25h y en HD) Mestre Toni, el documental. 7 meses después, 25 entrevistas, horas y horas de entrenamientos, viajes a Barcelona y Bilbao, la odisea de la entrevista a Pep Guardiola, montaje, montaje y más montaje, momentos de tensión, llamadas sin contestar, sms sin respuesta, vetos puntuales y alguna que otra discusión. Mestre Toni desvela aquello que se preguntó una vez el New York Times: “¿Quién es ese misterioso hombre de la gorra que siempre acompaña a Rafa Nadal?”. Pues ese es Mestre Toni, un tipo complejo, duro, ecléctico, serio, pero a la vez amable, educado, sencillo y normal. Como una moneda al aire. ¿De qué lado caerá…?
Ah! Y extremadamente irónico, como aquel día de septiembre que quiso jugar conmigo a primera hora de la mañana.
Ha sido un placer, Mestre Toni me ha hecho mejor.

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'Mestre Toni', la filosofía del sacrificio del tío-entrenador

Esta noche, a partir de las 21:25 horas, Ib3 Televisión emite el documental 'Mestre Toni'. Se trata de un análisis exhaustivo de la figura de Toni Nadal a través de testimonios que definen la personalidad del entrenador del número 1 del tenis mundial. 'Mestre Toni' descubre a una figura que siempre está a la sombra de Rafa pero que es uno de los grandes culpables de los éxitos del tenista.

Conceptos como sacrificio, respeto o humildad van ligados a la trayectoria de Rafa Nadal y uno de los grandes responsables de que sea así es la educación que le ha transmitido su tío y a la vez entrenador. Rafa es un testimonio de lujo de 'Mestre Toni', que se une a otros tan importantes como sus padres y hermanos y otros pupilos que han estado a sus órdenes. Cómo sufrió Rafa en sus inicios, durante su lesión, cuál es el carácter de Toni en el día a día, cómo le ve un entrenador de éxito como es Pep Guardiola, etc. A partir de las 21:25 de la noche se emitirán 52 minutos que resumen la filosofía de vida de 'Mestre Toni'. A continuación publicaremos un post del director del documental y subdirector de deportes de Ib3 Televisión, David Nadal.

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El Hachazo de Héctor Romero

Silencio, se juega

Por todos es sabido que en el deporte profesional no existen los contratos indefinidos. Los deportistas y sus técnicos se vinculan a los clubes por periodos de tiempo con fecha de caducidad. Y de este hecho, en el caso del fútbol, se derivan consecuencias directas en el rendimiento colectivo de las plantillas. Al margen de criterios técnicos, que soy incapaz de argumentar, es el aspecto anímico –rebautizado también como psicológico- el que sí adopta un papel determinante en el nivel competitivo de los equipos. Y precisamente, interactuando con ese rendimiento convive una realidad que en ocasiones altera el curso natural de la vida útil de los jugadores, que no es otra que la publicación a toda página del día de extinción de los contratos de entrenadores y futbolistas. Es decir, airear a los cuatro vientos, cual vuvuzelas, no ya que aquellos tienen contrato vigente hasta tal fecha, sino que este o aquel jugador no va a continuar en la disciplina del club la siguiente temporada. Vamos, que no hay visos de acuerdo de renovación ni se pretende tal propósito.

Para entender mejor la teoría será cuestión de remover el cazo. Los dos ejemplos más recientes de lo que acabamos de relatar están sucediendo en el Atlético de Madrid y el Deportivo. En el club de los líos –con permiso de The Big One- no se han cortado ni un pelo en detallar que su mejor técnico de la última década (en títulos cuando menos) no prolongará su contrato la próxima temporada ni por orden ministerial directa. Y con este panorama así les van las cosas a los de la orilla del Manzanares, empeñados en lanzarse al río con los últimos trofeos rellenos de plomo atados a sus pies. Imaginemos por un momento esa empresa en la que el jefe publica un bando digital para anticipar, a seis meses vista, su marcha. Ni los más sumisos regalarían ni un cuarto de hora de su tiempo extra a la empresa, mientras the xBoss revoloteara por su despacho. Pues algo similar ocurre en el fútbol, pero trasladando la moqueta de la oficina al tapete de hierba del estadio.

Tomando Google Maps y picando “A Coruña” nos plantamos en Riazor en cuestión de un zoom. En ese punto de la costa atlántica, desde hace algunas semanas algunos de los superhéroes del vestuario blanquiazul (Lopo y Juan Rodríguez, entre otros) ya saben –y así se le ha transmitido a la grada y al resto del vecindario español- que tienen el cambio de residencia a tiro de calendario y no dilatarán su presencia en la ciudad marisquera. Como se ha podido comprobar, la caída en picado de los de Lotina ha multiplicado por diez su aceleración de desplome a medida que se hacían públicas dichas informaciones. Tan enrarecido está el ambiente, que las declaraciones cruzadas entre técnico y futbolistas han agotado las existencias de chalecos antibalas en las instalaciones de Abegondo.

Ya no es solo cuestión de considerar una virtual falta de compromiso del afectado, sino de desconfianza por parte de su técnico, que se siente incapaz de justificar su alineación cuando las adversidades obligan a tirar de valores primitivos del agrado del paladar de la grada: entrega, sacrificio, valor… Si al desafío implícito de las urgencias clasificatorias le acompaña un cruce de caminos con uno de los rivales que está inmerso también, con el lazo al cuello, en la lucha por salvarse de la quema y que a su vez se convertirá en el destino futuro de alguno de sus futbolistas, la coartada que exime al técnico de toda responsabilidad en su suplencia, aún cuando rebaje enteros la competitividad del once, es endiabladamente consistente.

Un ejercicio de discreción corporativa –para otros, cinismo- sería tal vez lo más apropiado en estas situaciones. Porque dilapidar una parte del presupuesto asignado a la nómina de alto directivo que percibe un jugador, por un exceso de permeabilidad informativa de ambos implicados que propicie una dejación de funciones del afectado, ya sea por iniciativa propia o inducida por el técnico, es una irreverencia contable imperdonable en estos tiempos regidos por una asfixiante ley seca financiera. Esta contención no debería restringirse únicamente a los clubes que prescinden de sus cromos, sino también a los que amplían vestuario y tratan de enardecer a sus masas verbalizando futuras contrataciones con las que pretenden difuminar sus frustraciones cotidianas. Porque en estos casos, más allá del perjuicio evidente que se inflige a los equipos afectados por la emigración de sus tropas, se produce un efecto boomerang en contra de los intereses del contratante, atacado hasta la última jornada por fuego amigo y alimentando la especulación entre sus filas, más preocupadas por acertar las quinielas sobre qué cabeza será la que rodará primero para ceder su taquilla al nuevo Mr. Marshall, que en calibrar su GPS y atinar en el tiro a gol.

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Ni todo se ha hecho mal, ni todo está peor

Por Miguel Verger

El mallorquinismo se ha instalado en un halo de pesimismo regado por tres derrotas consecutivas y por un final de mercado que no ha salido como todos esperábamos. Esa es la realidad. Pero si uno intenta ser frío, las conclusiones no pueden ser tan apocalípticas como creemos. Cuando uno analiza un hecho ya consumado siempre se juega con ventaja y, muy fácilmente, eso se podría convertir en ventajismo. Sí, ese recurso tan periodístico pero que nos engloba a todos en la vida cotidiana. Se trata no sólo de tener razón sino de dejar constancia de ello. Tampoco me gustaría caer en la obviedad permanente aunque hay un hecho indiscutible, el Mallorca tiene peor plantilla el 1 de febrero que la que tenía el 1 de septiembre de 2010. Plantilla, que no equipo.
Y tiene una plantilla más descompensada. Pero hablar de la descompensación de una plantilla parece que sólo tiene connotaciones negativas pero también subyacen las positivas.. Por ejemplo, una obviedad: tras la baja de Ratinho, el Mallorca tiene un lateral derecho y tres laterales zurdos. Esta afirmación, esta obviedad, responde a varios factores. En el lado negativo, que es el que tenemos injustamente más presente, podemos encontrar que Ratinho no ha rendido y que se ha preferido reforzar una línea con más efectivos que coches en la Castellana con la inscripción de Aki; también implica que no se le ha encotrado una salida a Corrales y, aunque se venda lo contrario, no ha sido porque el jugador se haya negado a salir sistemáticamente. Pero vayamos al otro lado de la pila, al lado positivo. Si hay un número exagerado de laterales zurdos también es porque un chaval de abajo, Kevin, por diversas casualidades tuvo que dar el salto antes de lo previsto y, ante esa oportunidad, el chaval se ganó el puesto en la primera plantilla. Eso, que siempre es positivo, acentúa la descompensación entre un lado y el otro. Quizás, no lo sé, antes de dar la oportunidad a un chico de abajo preferiríamos experimentos raros a la usanza de temporadas anteriores y muchos no sabríamos quien es Kevin.
Y el ejemplo de Kevin se repitió con Tejera. Al catalán no le bastó una gran eliminatoria de Copa contra el Sporting y tuvo que esperar a un gran partido en el Bernabéu, donde jugó porque no había nada más, para hacerse un hueco en la mente de Laudrup. Quizás, si Tejera no tuviera que convivir a la sombra de su maldita cláusula ya llevaría muchos minutos más en la máxima categoría, pero dudo que eso nos lo vaya a confirmar nadie. A pesar de que Laudrup encontró un refuerzo con el que no contaba, el danés insistió, de acuerdo con el club, en inscribir a Akihiro Ienaga. Todo esto está dicho por Laudrup, que Tejera es un refuerzo y que está de acuerdo en la inscripción de Aki en lugar de Ratinho. Sea por lo que sea, hay dos centrocampistas más a costa de un lateral derecho menos. Eso significa que el club y el cuerpo técnico ya contaban que, por ahí, se iba a romper el equilibrio. Porque supongo que nadie esperaba ya, el último día de mercado, que el Chori iba a irse después de rechazar, en este caso sí podemos decir sistemáticamente, todas las ofertas que llovían en las oficinas de Son Moix.
Asunto y meción aparte merece el capítulo de la delantera, la línea que peor parada ha salido, justamente la que peor estaba, al menos en cuanto a efectivos. Webó es el titular, Víctor está lesionado y Cavenaghi no contaba. Urgía un fichaje, ante la inminente salida del argentino. Las cosas, en este caso, se hicieron tarde, mal y, posiblemente, al revés. El desenlace lo sabemos todos.
La salida de Cavenaghi no iba a reportar beneficio económico alguno, más allá del ahorro de parte de su ficha. Me parece importante resaltar esto porque si se hubiera truncado la salida del "Torito" no hubieras perdido ningún tipo de ingresos. Así, lo lógico hubiera sido que el Mallorca se cubriera las espaldas, dándole la vuelta al tópico que reza que antes de entrar dejen salir. Lo primero era encontrar un sustituto y, posteriormente, abrir la puerta al "Torito" y más teniendo en cuenta que en Brasil el mercado se cierra mucho más tarde y que, por tanto, no había prisa alguna, al contrario que con Ujah. Al irse primero Cavenaghi provocas que un posible club, en este caso el Lilleström, juegue con tu necesidad y, a horas del cierre del mercado, también con tu desesperación. Dijo Laudrup que "si no tienes dinero hay que correr más". También hay que correr mejor y saber cuando uno tiene que frenar en seco, añado. Y si a los noruegos el último día les dio por jugar al gato y al ratón, desistes a media tarde y a otra cosa mariposa. A por otra opción, que las había. Y quién sabe igual hasta te hubieran llamado los noruegos, pero esto ya es especulación pura.
La síntesis es que la plantilla tiene lagunas pero que, si todos siguen sanos, no tienen por qué notarse. De los once titulares no se ha ido nadie y eso con el Mallorca en mitad de tabla y angustiado por la economía ya es mucho decir y si no que le pregunten al Espanyol.

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La triste imagen de la vergüenza

Por Miquel Rosselló

Corría el año 2007. Por aquel entonces Mateu Alemany, empujado por el firme apoyo de algunos presidentes de Primera División, iniciaba su carrera para llegar al trono de la Real federación Española de Fútbol. Una entidad que durante 17 años había sido el coto privado de caza del anteriormente defensa del Athletic Club y ahora metido a pseudo-dirigente, Ángel María Villar. De todos es sabido que esa candidatura del ex presidente mallorquinista nunca llegó a cuajar por culpa de las maniobras corleonescas del máximo mandatario del fútbol español, que ni corto ni perezoso cambió la normativa a su antojo. La plataforma de apoyo a Alemany finalmente se disolvió y no hubo elecciones en la Federación. Pero eso no le importó a Villar. Él no perdona. Ni tampoco olvida. Sabía que tenía la sartén por el mango y su intención era freír a la entidad mallorquina.
A partir de este momento, y sobre todo aumentado cuando Mateu Alemany retomó las riendas del Mallorca en enero de 2009, el club empezó a sufrir una serie de arbitrajes poco ortodoxos y sospechosos. Penaltis inexistentes, expulsiones más que rigurosas, fueras de juego de libro que no se silbaban. La historia de los árbitros y sus actuaciones son como la existencia de los OVNI: nadie tiene pruebas para demostrarlo (como sí ocurrió en Italia y se muestra en el muy recomendable documental ‘Calciopoli’) pero razones para creer hay de sobra. 9 penaltis en esta primera parte de la temporada parecen razones más que suficientes. Pero más allá de efectos paranormales y victimismos varios, llegaron las pruebas fehacientes. En el momento en que la Federación debió romper una lanza a favor del Mallorca ante la UEFA, no lo hizo. Es más, empujó al club bermellón al abismo para colocar en su lugar al Villarreal. La afición bermellona lloraba su expulsión de una Europa League que se había ganado por méritos propios. Villar y Roig reían.
No contento con ello, Villar se propuso humillar públicamente al Real Mallorca para que a nadie le quedara ninguna duda de que su enemistad con el club era un hecho. Así, en la comida de Navidad que anualmente organiza la RFEF con los clubes, la directiva del equipo balear no fue invitada. No hubo disculpa, ni tan sólo excusa. Esa fue la gota que hizo que el Mallorca decidiera poner fin, de una vez por todas, al enfrentamiento. Ayer Villar recibió, cual señor feudal que acoge a sus arrepentidos súbditos, a la directiva balear en Madrid. Una imagen que, como se suele decir, vale más que mil palabras: él en el centro, comandando la mesa, y el resto de directivos del Mallorca a sus lados.
Se rindió. La directiva dijo basta. Lo dijo arrodillándose ante las herramientas mafiosas de su rival. Es obvio que es difícil competir contra el que maneja el ‘cotarro’ a su antojo, aunque no es menos cierto que algunos aficionados hubiéramos preferido morir de pié que vivir de rodillas (como dijo el revolucionario cubano). Con la foto de ayer se pone fin al expolio al club bermellón. Al menos con el que es patente y notorio. Porqué nadie, ni tan siquiera el todopoderoso presidente de la Federación, puede asegurar que a partir de ahora el Mallorca sea tratado de forma justa sobre los terrenos de juego. Los árbitros se equivocan, y en España más, y es más que probable que el equipo vuelva a ser perjudicado. Aunque ya no se podrá llorar mirando hacia la Federación. Ahora lo haremos como todos, o como casi todos (villarato al margen), insultando y menospreciando al trencilla de turno. Eso sí, parece que los que sí se evitarán serán los penaltis injustos en los despachos.

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Cracks del futuro: La joya de "La Fábrica"

Por Pedro Abraham
Hoy os hablaré de uno de los mayores talentos que han nacido en España los últimos tiempos: Jesé Rodriguez Ruíz (Las Palmas, 1993), conocido futbolísticamente como Jesé.Se trata de un extremo diestro, muy rápido y habil con el balón. Es un jugador con muchisima facilidad para el regate y con mucho gol a pesar de jugar normalmente pegado a una de las dos bandas.

Jesé firmó por la cantera del Real Madrid en 2007 procedente del Huracán CF de Gran Canaria y desde entonces no ha dejado de evolucionar y mejorar. Actualmente, con 17 años, es un fijo en el Real Madrid Castilla de la Segunda División B. Con la selección española ha logrado el título de subcampeón de Europa sub-17 el pasado verano, cuando perdieron la final ante Inglaterra. Jesé fue uno de los jugadores más destacados de toda la competición.
Es el jugador con más proyección y talento de toda "La Fábrica de Valdebebas" y si sigue con su proyección, no tardará en tener la oportunidad de dar el gran salto. Si en el Bernabeu no la tiene, seguro que habrá muchos equipos interesados en dársela, es uno de esos jugadores capaces de desequilibrar un partido con una genialidad, y eso, hoy en día, escasea. Jesé Rodriguez, un jugador muy interesante y a tener en cuenta.

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La cuenta regresiva

Por Iñaki Cascallar
Mis amigos Albert Salas y Dani Barjacoba (grandes profesionales y grandes binissalemers) me han pedido que colabore con "zonamixtamallorca" contando algunas de mis experiencias durante mi etapa en Antena 3 Balears de 1995 al 2004. ¡Y cómo me voy a negar si me han prometido un "arros amb salseta" en Can Arabí!.
Para empezar voy a contaros una anécdota que me ocurrió con uno de los personajes más auténticos que he conocido: Carlos Angel Roa.
"El lechuga" Roa aterrizó en la isla en el verano de 1997 junto a su compatriota Oscar Mena. Llegó para quitarle el puesto a un buen tío, Kike Burgos, ídolo del mallorquinismo por esa época. Cierto sector de la afición no entendía por qué Cúper se había empeñado en traer un portero "desconocido" para muchos, teniendo ya aquí uno de garantías y que además había sido uno de los héroes del ascenso. Y cierto sector de la prensa mallorquina abrió el debate: Kike o Roa. Pero tras presenciar el debut del argentino contra el Valencia de Valdano en la primera jornada de liga ( Mallorca 2- Valencia 1), todos comprendieron, aceptaron y alabaron la decisión de Héctor Cúper. Estaba claro: el Mallorca había fichado al mejor guardameta del mundo.
Muy pronto "el lechuga" llamó la atención de todos, especialmente la de mis jefes de Antena 3 Madrid, Daniel Llagüerri y Paco García Caridad. Estaban "enamorados" del Roa portero y del Roa personaje. ¡ "Un futbolista que es vegetariano, que pertenece a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, y que no puede jugar los sábados! . Eso sí que vende, sólo falta que el Real Madrid vaya a por él", me comentaban. Y así fue. Pero no sólo el equipo blanco suspiraba por el guardameta de la "albiceleste"; también en Inglaterra e Italia también tenían a Roa en su punto de mira.
La "Roamanía", las peticiones de Madrid y mis ganas de contar historias que me parecían interesantes para el telespectador , provocaron que machacase al guardameta a entrevistas y reportajes que se emitían, tanto en el Informativo nacional de Antena 3 como en el regional que hacíamos para las islas. Siempre amable y educado, el "Lechuga" nunca dijo no a mis peticiones de entrevistas, e incluso me abrió en varias ocasiones la puerta de su casa, un "chalecito muy majo" en La Bonanova. Y si una persona es educada y amable con uno, pues que menos que corresponderle. Así que un día, tras la enésima entrevista en su casa le dije: "Lechu, te vamos a regalar un vídeo con tus mejores paradas de este año en el Mallorca". Evidentemente Roa me lo agradeció y me respondió: "Sabes que, yo nunca he sido muy de boliches(discotecas), pero un día fui a uno en Buenos Aires y escuché una canción que me encantó y me dije,¡cómo me gustaría saltar a una cancha mientras ponen este tema por la megafonía! Entonces tomé la palabra y le comenté: "dime que canción es y la utilizaremos para el montaje de tus mejores paradas". " No recuerdo muy bien, respondió, pero creo que se llamaba algo así como LA CUENTA REGRESIVA. José Stuyck, el cámara que me acompañaba, y yo, nos miramos con cara de asombro ¡LA CUENTA REGRESIVA! Ni idea. "Pero dinos algo más Lechuga...quién la canta...es en inglés...en castellano"... Nada de nada...la única pista era esa: LA CUENTA REGRESIVA ¡Toma ya!
Reconozco que me pasé un par de días dándole vueltas a la cabeza pensando en el nombrecito de la canción. Estábamos cerca de tirar la toalla y de montar el vídeo con otra canción, cuando alguien de la redacción me abrió los ojos.¡Claro! "La cuenta regresiva"..."La cuenta atrás"..."The final countdown"... ¡Europe! ¡A Roa le gustaba la canción de los cinco tíos más horteras de Suecia!
Roa era tan buen tío y se portó tan bien con nosotros que decidimos aceptar sus dudosos gustos musicales. Fuimos a su casa, le entregamos el vídeo y disfrutó como un chaval viendo sus mejores paradas con la camiseta del Mallorca a ritmo de Europe,saltando a una cancha con LA CUENTA REGRESIVA, tal y como pensó esa tarde en el "boliche".
No sé si aún conservará esa cinta VHS, o si recordará esa anécdota. Yo sí que conservo sus paradas en mi memoria, y sobre todo guardo un sensacional recuerdo de una buena persona, de un futbolista que te hablaba mirandote a los ojos, y con el que vivimos una temporada inolvidable.¡GRANDE ROA!

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¡Qué mala es la envidia!

Por Catalina Cirer

Me parece increíble que a estas alturas del siglo XXI haya personas del sexo masculino que se atrevan a proferir opiniones peyorativas de personas del sexo femenino únicamente por este hecho, porque son mujeres. Me refiero al caso de la juez de línea inglesa Sian Massey y los dos comentaristas de Sky Sports.
No creo que ni a ella, ni a muchas mujeres, entre las que me incluyo, nos hayan dolido sus palabras, porque como se dice en nuestro país “no ofende quien quiere sino quien puede”, y estos dos señores, creyendo que nadie les podía escuchar, ni oír, dijeron lo que dijeron de alguien que, a buen seguro, sabe de fútbol mucho, muchísimo más que ellos.

A mí, que me gusta el fútbol, pero que no he tenido en mi vida la oportunidad de practicarlo, confieso en estas líneas que siento una sana envidia de Sian Massey, que la admiro y me gustaría poder compartir con ella su ocupación en un terreno de juego. Como sé que es imposible me conformo con ir cada domingo a disfrutar con los partidos de mi equipo, cuya identidad es de sobras conocida, pero que reiteraré, el R.C.D. Mallorca. Y a estos señores tan simpáticos me gustaría indicarles, primero que piensen las cosas antes de hablar y segundo que yo, que también soy mujer, sé lo que es un fuera de juego como lo sabe la fantástica juez de línea de la Premier League inglesa. Y es que la envidia es muy mala.

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La gran mentira de Cavenaghi

Por Juan Gabriel Bauzá

Desde hace unos días, se está alimentando el rumor de que el “Torito” se quiere marchar del Mallorca porque no cobra. Es más, este blog se hacía eco de unas declaraciones del director deportivo del Internacional de Porto Alegre, Roberto Siegmann.
En declaraciones al diario "Zero Hora" de Brasil, Siegmann afirmó: "Entre el Inter y el Burdeos está todo cerrado. Con el jugador también. El Inter no necesita arreglar nada con el Mallorca. El jugador lleva cuatro meses con los salarios atrasados en Mallorca".

Es absolutamente falso que Cavenaghi no haya cobrado del Mallorca, es más el delantero argentino está al corriente de pago y no se le debe ni un solo euro. Los que aseguran que el delantero no cobra, mienten como bellacos. Si finalmente se realiza la operación de traspaso será por motivos personales y deportivos.

La opción más fácil y más ruin de directores deportivos y representantes de jugadores es utilizar la excusa económica para dañar aún más la imagen de un club en concurso de acreedores y facilitar la salida del jugador.

Y es que es mucho más fácil inventarse que el jugador no cobra, a decir la verdad. Y la verdad es que Cavenaghi ha fracasado en el Mallorca, como algunos ya pronosticaban, y se tiene que marchar por la puerta de atrás.

¿Tan difícil es admitir la realidad? Lo mejor que le podría pasar al conjunto bermellón es quitarse de encima a este fichaje que no aporta nada al equipo.

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Tuni, de pichichi al carril zurdo

Por Miguel Verger
Antoni Lluís Adrover "Tuni" es una de esas rara avis que no abundan en la isla. Se trata de un jugador que, aun siendo canterano, hizo debutar Manzano en Primera División. En más de cinco años en la isla son cinco los jugadores a quien Manzano hizo debutar del filial: Tuni, Emilio Nsue, Alberto, Sergi Enrich y Tomás Pina. De los cinco, Tuni fue el que más minutos jugó con el de Bailén y con mucha diferencia respecto del segundo.
En la temporada del debut, la temporada que finalizó con la consecución del Copa del Rey, Tuni disputó cinco partidos. El primero de ellos fue el 1-5 contra el Madrid, pero el de la derrota en Son Moix, no el histórico triunfo en el Bernabéu. Recuerdo que en aquel partido bajo la lluvia, Tuni se cambió la camiseta con Iván Helguera. Despistado como es él tuvo que acudir a las páginas de Marca para pedirle al central cántabro que le devolviera la camiseta porque no había caído en que era la de su debut en la máxima categoría y quería conservarla.
Como decía, Manzano le dio aquel año cinco partidos. El de Bailén tiró media liga a la basura más pendiente del torneo del K.O. que tan buenos réditos dio a la entidad.
El solleric esa temporada había despuntado en el Ferriolense como delantero centro. El equipo de Son Ferriol era, por entonces, filial del Mallorca. Tuni pasó de vestir de azul al rojo del Mallorca B a mitad de temporada y, de ahí, al primer equipo. Ese año, Manzano lo usó de delantero centro y su debut goleador se produjo contra el Málaga. Tuni marcó el único gol de un intrascendente encuentro ya que, perdido en mitad de tabla, las miras del equipo estaban en Elche.
Al verano siguiente Tuni fue cedido al Salamanca, donde dejó gratos recuerdos y su mejor registro goleador en toda su carrera al conseguir cuatro goles. Y eso, después de retrasar su posición a la mediapunta. Ese año, en Segunda, Tuni se ganó volver a su casa.
Era la temporada que empezó Benito Floro. El técnico valenciano se inventó a Tuni como hombre de banda. A Floro le gustaban esas cosas. Intentó colocar a Manolo Sanchís, central de toda vida, como lateral derecho y fue un fiasco. Pero también se inventó a un prometedor delantero como Delfí Geli en uno de los mejores carrileros de España. Tuni fue el tercer experimento de Floro, a quien usó como lateral zurdo para ser competencia de Poli y recibió no pocas críticas por ello. Lo cierto es que, desde entonces, Tuni no ha abandonado la banda zurda, eso sí, la mayor parte de las veces en el centro del campo.
Tuni nunca ha sido titular indiscutible en el Mallorca. Ni con Floro, ni con Cúper ni con su descubridor Manzano, que lo mandó, de nuevo, cedido. En esta ocasión, su destino fue el Hércules, candidato al ascenso que se quedó en eso, en candidato. Tuni tuvo una temporada irregular en el equipo alicantino, alternando la titularidad con Sendoa. A pesar de eso, volvió y Manzano le dio la titularidad en el equipo al principio de la temporada pasada. Su último gol fue en la primera jornada de la temporada pasada contra el Xerez. Parecía que, por fin, tras muchos años de espera, el solleric era profeta en su tierra. Pero la suerte, de nuevo, le fue esquiva. Esa temporada que tan bien había empezado acabó con una lesión que le mantiene inédito todavía a día de hoy.
Laudrup ha optado por no darle ninguna oportunidad y una tercera cesión, en este caso al Nàstic, ha sido la mejor vía de escape. En Tarragona, acompañado de los mallorquines Xisco Campos y Mairata, Tuni luchará por volver a ser el de principios de la temporada pasada. Difícil lo tendrá para salvar la categoría con los granas pero por voluntad no será. Como se dice, hay veces que es mejor dar un paso atrás para coger impulso. Creo que Tuni acierta, creo que necesita minutos pero creo que, esta vez, Tuni se va definitivamente y que no volverá a vestir esa camiseta que un día se cambió con Iván Helguera.

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El "Rafa Slam"

Todo comenzó el pasado 25 de mayo en París. Rafa Nadal aterrizaba en la capital francesa con unos resultados inmejorables a sus espaldas. El manacorí había ganado, por primera vez, en Montecarlo, Roma y Madrid, los tres Masters Mil consecutivos. Todo el mundo daba por hecho que la lesión en la rodilla era agua pasada, que el por aquel entonces número dos del mundo volvería a coronarse en su Grand Slam por excelencia.Todos lo veían claro, menos él… Por muy extraño que nos parezca Rafa temía su retorno a la arcilla de Roland Garros. Justo allí, un año antes, Robin Soderling le había hecho pedazos. Está claro que el dolor en las rodillas clavó más hondo que los raquetazos del sueco, pero aquel día Nadal perdió mucho más que un partido, que la oportunidad de ganar cinco Roland Garros consecutivos… En ese instante Rafa perdió una de sus armas más valiosas, la confianza.
Era martes y el calor apretaba con fuerza en el recinto de Roland Garros. Rafa Nadal debutaba en la pista Susanne Lenglen contra un chaval de 18 años, Gianni Mina, número 653 del mundo e invitado especial de la organización porque fue finalista junior la edición anterior. El manacorí ganó por un triple 6-2, pero el francés consiguió situarlo entre la espada y la pared. Sus golpes animaron a la grada, unos compatriotas ansiosos por ver perder al de Manacor, y sus piernas hicieron correr, y mucho, al español. A pesar de ello, Nadal estaba en segunda ronda. Recuerdo como si fuera ayer la rueda de prensa posterior al partido. Después de atender varios compromisos nos quedamos a solas con él. Marc, el cámara, y yo siempre preferimos ser los últimos en entrevistarlo porque así el manacorí se relaja, y nos habla con más confianza. Lo vi nervioso, igual que durante el partido contra Mina. Enseguida nos aclaró, muy bajito y sin micrófonos: “Estaba cagado. No sé por qué, pero estaba cagado”. La presión por volver a Roland Garros era demasiado intensa. Rafa tenía miedo a perder.
A medida que pasaban los días, la lluvia y el caos se apoderaron del torneo. Pero Nadal fue ganando confianza. Poco a poco se deshizo de todos sus rivales, a pesar de que su juego no desprendía su luz natural. Así, hasta que llegó el día de la final. ¿Y contra quién? El destino se mostró caprichoso. Contra Soderling, en ese momento, una de sus peores pesadillas…
Las apuestas empezaron a correr como la pólvora. La prensa española estaba a favor del balear, los franceses deseaban su cabeza (y más después de la derrota de Federer) y el resto, se mostraba escéptico, un tanto receloso. Mi corazón me decía que Rafa ganaría, pero mi cabeza que necesitaba sacar su fuerza interior, su instinto ganador. Sólo así podría tomarse la revancha contra el sueco. Pero mis dudas se disiparon por completo al verlo entrenar la tarde anterior a la final. Y aún más, la misma mañana del partido. Nadal siempre se entrena un día de partido, dos o tres horas antes de salir a jugar. Normalmente calienta una media hora, aunque no para hasta que se siente al cien por cien, cómodo y con buenas sensaciones sobre la pista. Aquella mañana volvió a brillar el sol en París, justo como le gusta jugar a Rafa, y de su raqueta sólo salieron golpes ganadores, directos a la línea. Incluso su saque era mejor de lo habitual. Lo que sucedió en aquella emocionantísima final, todos lo conocemos.
Wimbledon simplemente fue una prolongación de su buen estado de forma. Nadal había alcanzado un ritmo tan brutal, que sin darse apenas cuenta levantaba, por segunda vez, su copa preferida sobre la hierba londinense.
El Abierto de Estados Unidos fue otra historia. Apenas dos meses antes, al volver de Londres, Nadal se sometió a las ya famosas filtraciones en sus rodillas. Ese tratamiento le obligó a pasar tres semanas sin entrenar, prácticamente todo el mes de julio. Y en agosto empezaba la gira americana. A pesar del poco tiempo que tuvo para entrenar, sus resultados en Toronto y Cincinnati no fueron del todo malos. De hecho, repetía las semifinales y cuartos del año anterior, aunque en torneos alternos. Aun así, en boca de su tío y entrenador Toni Nadal, Rafa “jugó fatal. Muy mal”.
Con este panorama llegaba el único grande por conquistar. El tenista quiso quitar hierro al asunto advirtiendo: “tranquilos, acaba de llegar Toni a Nueva York así que ya está todo bajo control”. Faltaba ultimar algunos flecos de su juego, pero Nadal disponía de lo más importante, lo que nunca le había acompañado a esa altura de temporada, hasta entonces: salud y buen estado físico. “Es lo único que pido. Si lo tienes, lo demás saldrá rodado”.
Y así fue. La historia se repitió. El manacorí se fue creciendo y creciendo hasta el día de la final contra Djokovic. Esa mañana, el día en que se convirtió en el tenista más joven en completar el Grand Slam, volví a verle brillar. Lo vi seguro en su entrenamiento, preocupado únicamente porque la lluvia no estropease la final. Los miedos ya hacía tiempo que habían desaparecido.
Ahora es momento de completar el círculo, de aprovechar una de esas oportunidades que puede que sólo pasen una vez en la vida. Con Australia empieza una nueva temporada pero para Nadal es simplemente una continuación de la anterior. Por mucho que Rod Laver (ostenta la hazaña de ganar los cuatro grandes en una temporada, 1969) trate de desmerecer su gesta, en Melbourne el mejor tenista del mundo puede hacerse un hueco más privilegiado, si cabe, en la historia del tenis. Y justo en la pista Rod Laver, en honor al australiano. Por qué no, puede que Nadal y el destino vuelvan a hacer de las suyas.

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Un “pufo” llamado Alhassane Keita

Por Juan Gabriel Bauzá

Al trío maravilla, Grande, Manzano y Pons, deberían descontarles de su patrimonio euro a euro, céntimo a céntimo, lo que ha cobrado del Mallorca Alhassane Keita durante todos estos años. La operación de este jugador fue un “pufo” de los “Grandes”. El millonario director deportivo, Nando Pons, debería pedir perdón a todo el mallorquinismo por haber traído a este futbolista.

Recordemos que en el 2008 el delantero guineano fue presentado como el sustituto de Dani Guïza, que se había marchado por la puerta “Grande” como pichichi de primera división marcando 27 goles.

El que fuera presidente del Mallorca, máximo accionista y vendedor de humo oficial, Vicenç Grande, lo presentó como el gran fichaje del año y el jugador prometió marcar como mínimo en esa temporada más de 20 goles. Todavía me estoy revolcando de la risa ante tal promesa, esa cantidad de goles no los ha marcado ni en los entrenamientos que ha realizado con el Mallorca.

Keita es un jugador mediocre, con un nulo nivel para jugar en primera división. Un delantero sobrevalorado por algunos, que acumula en su currículum profesional un fracaso tras otro.

Desde que llegó al conjunto rojillo lo único que ha hecho es llorar por los rincones, metafóricamente hablando, pidiendo una oportunidad y quejándose de lo mal que le tratan en la entidad.

Todavía recuerdo cuando el Mallorca fue a jugar a Valladolid en liga y antes del partido le pedí a Keita una entrevista. El guineano me contestó de muy malas maneras y no quiso hablar al micrófono del que suscribe. Y lo que son las cosas, años después sí que quiere hablar. Ahora quiere hablar, para denunciar lo mal que le está tratando el club y lo hace ante los mismos micrófonos que repudió en su momento. A eso se le llama ser un “jeta”, es decir: tener mucha cara.

Ni Keita, ni Manzano, ni Grande, ni Nando Pons ya no engañan a nadie. Que a día de hoy, la entidad bermellona tenga que lidiar con jugadores que han venido a servirse del club, con el consentimiento de los anteriores dirigentes, como diría Trillo: ”manda huevos”.

Para terminar, utilizaré una frase que un juez mediático dijo en su día. Keita ha venido a Mallorca “a reírse del común de los mortales”.

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Un Atlético necesitado

Por Veljko Paunovic

Sin duda en el partido del próximo lunes vamos a tener a dos equipos con buena predisposición para competir. El Mallorca porque está en una posición cómoda debido a su buen juego como local y sus buenos números en esta primera vuelta que ahora concluye.

Así pues esta posición en la tabla hace que ahora se enfrente a un rival directo para luchar por los puestos que dan lugar a la UEFA.
Por otro lado está el Atlético, que tiene una gran necesidad de reencontrarse con la victoria, y bajo la presión de los últimos resultados tanto ligueros como coperos, tiene que pelear para no descolgarse de la zona de plazas Europeas.

La clave son las dos defensas, ya que se enfrentarán a dos ataques poderosísimos.
Espero ver un partido con buen juego, dinámico y con muchas ocasiones, y como no, goles también.

Mucha suerte y que gane el mejor, un saludo a todos, Veljko Paunovic.

Un saludo

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Un tenista, un objetivo: ser el mejor de la historia

Por Marc Capó

Sólo hace dos meses que Rafa Nadal terminó su temporada más completa, un curso en el que hizo historia en el polvo de arcilla, ganando todos los torneos en los que participó y finalizando con su quinto Roland Garros sin ceder un solo set. Otro hito histórico, uno más para el de Manacor. Despúes tocaba la hierba. Se paseó por la pistas del All England Club adjudicándose su segundo Wimbledon, en una final relativamente cómoda y fácil. Entonces el reto era el US Open, único gran slam que faltaba en su palmarés, que de conseguirlo le supondría entrar en el selecto grupo de tenistas GRAND SLAM, consiguiendo así los cuatro. El indudable Rey de la tierra batida y sucesor del mejor en hierba, Roger Federer, se había propuesto reinar también en pista dura; Era su momento, era su año y asi lo demostró, levantando por primera vez el GRANDE del continente americano y concluyendo así una temporada de ensueño, pudiendo pasear por Times Square con el prestigioso trofeo. Ya nadie dudaba de que Rafa estaba entre los mejores de los mejores, puesto que su palmarés así lo reflejaba.Ahora toca continuar, es el momento de los grand slams después de haber desbancado del ranking de masters 1000 a los todopoderosos Andre Agassi y Roger Federer; Es la hora de seguir demostrando a quienes han dudado alguna vez de su número 1, de nuestro número 1, del mejor deportista español de todos los tiempos, que puede seguir creciendo...
Sigue habiendo un reto en él, aquel chaval que empezó a jugar con pantalones piratas y camiseta sin mangas, con los apodos de Jerónimo, gladiador, toro indomable... No es otro que destronar al mejor jugador de todos lo tiempos, a Roger Federer, si es que no lo ha hecho ya (si juegas con el mejor de la historia en 22 ocasiones de las cuales 14 son a tu favor, ¿no podriamos decir que eres mejor que él...?).
Pero seamos realistas, al final los títulos son lo que realmente cuenta, en los libros se refleja la cantidad de torneos ganados y en estos momentos "Sir Roger Federer", como le llamarían el Londres, está aún por encima.
Ha llegado la hora de los Grand Slam para seguir reivindicando quién es el mejor, para seguir acercándose al suizo. Este año será complicado, muy complicado para Rafa. Defensor de tres grandes, garante de 12390 puntos, pero no va a defraudar, va a seguir luchando como siempre, dándonos espectáculo en cada partido, en cada torneo, jugandóse bolas imposibles para cualquier mortal, corriendo, sudando, dejándose el alma en la pista.
Hijo predilecto de Manacor, imagen de las Islas Baleares, el mejor tenista del mundo va a seguir su andadura por las pistas de tenis, sean duras, de arcilla o de césped, intentando superar el número de Grand Slams imposible, que Roger tiene en su haber. Empezará con ello esta misma semana, en tierra de canguros y Koalas, tratando de levantar su segundo laurel en las antípodas.
Con tan solo 24 años, galardonado con las mejores distinciones (Premio Príncipe de Asturias, Laureus...), reconocido mundialmente como uno de los mejores deportistas, este humilde chaval de Manacor parece no tener una cima donde parar a plantar su bandera. Este 2011 puede ser su año...una vez más, en este 2011 puede acercarse un poquito más a su particular cima llamada Roger Federer.
Todo empieza en Melbourne, Autralia.

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¿Qué pasa en esta isla con el Mallorca?

Por Sebastià Adrover

Todavía resta una jornada para que finalice la primera vuelta, el Mallorca acumula veintisiete puntos en la clasificación y está a cinco victorias, más o menos, de certificar la permanencia cuando restan veinte partidos. Un éxito rotundo que ni el más optimista del lugar ni el más experto en fútbol hubiera vaticinado el pasado verano cuando los Borja Valero, Aduriz o Mario eran sustituidos por un desconocido De Guzmán o por unos inexpertos canteranos como Pereira o Nsue, por ejemplo.Y da la impresión de que no hay motivos para estar eufóricos. ¿Qué pasa en esta isla?
Este Mallorca quizá no hace el fútbol del Barcelona, pero quién lo hace. Y quizá no tiene las estrellas del Real Madrid, pero ¿quién las tiene? Ni siquiera puede presumir de las plantillas del Villarreal, Sevilla, Valencia o Atlético de Madrid. Pero el resultado está siendo espectacular, se mire por donde se mire. ¿Qué nos creemos?
Ya no es millonario. Es cierto que se llevan ya catorce temporadas consecutivas en Primera División y también que se ha disputado la Liga de Campeones, la Copa de la UEFA, una final de la Recopa o que se ha conquistado una Copa del Rey. Son motivos para estar orgullosos, pero el lugar del club está entre los modestos, por mucho que duela admitirlo. Las ansias de grandeza son buenas mientras estén justificadas, pero las arcas del club están sedientas y los millones de antaño en las arcas del club se han volatilizado. El Mallorca está en Concurso de Acreedores para sobrevivir, eso ni siquiera se nota sobre el césped y parece que no hay ni que felicitarse por estar en la parte media-alta de la tabla.
No creo que el mallorquinismo pueda exigir mucho más de lo que ofreció este equipo el domingo a la la afición ante el Almería. Un entretenido encuentro y una victoria más para acercarse a la salvación. Pero, ¿dónde están los hinchas que faltan? Es para aplaudir a los once mil incondicionales que acuden regularmente a Son Moix, pero disgustos aparte como el de la Copa, cosas del fútbol, este grupo se merece que vaya más gente, como hace unos años. Repito, ¿qué pasa en esta isla?

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Una gran alegría, por Catalina Cirer

Hay muchos motivos en la vida para ser felices, aunque reconozco que también los hay para todo lo contrario, pero yo hoy quiero compartir con ustedes la alegría que me ha producido el anuncio de los máximos dirigentes del RCD Mallorca SAD de querer recuperar el querido Lluís Sitjar para albergar de nuevo los partidos de nuestro primer equipo.

Soy consciente de que se trata de un proyecto de envergadura, de elevado coste en tiempos difíciles y de compleja tramitación. Pero ahí está el anuncio y muchos, por no decir todos, los mallorquinistas estamos muy, muy contentos e ilusionados. Es más, si nos necesitan los altos mandos de la institución ahí estamos, dispuestos a luchar por un sueño, que parecía imposible pero que ahora puede ser realidad.

Quiero por último aprovechar esta oportunidad para dar la enhorabuena a los creadores de este magnífico blog, hoy, en el día en que se cumple un mes de su lanzamiento, les felicito por su gran éxito y les deseo la mejor de las suertes en adelante.

CATALINA CIRER

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La Facultad de Medicina

Por Miguel Verger
Este año que recién empieza supone que cumpla mi primera década en esto del Periodismo. Un tiempo considerable pero, vamos, que todavía veo la orilla de la que salí. Me queda un largo trecho y mucho por seguir aprendiendo. Espero tener esa oportunidad. Puedo contar historias pero no tengo el bagaje suficiente para considerarme un abuelo cebolleta. Esta historia, aunque el comienzo indique lo contrario, no trata de mí, pero sí de alguna experiencia más o menos propia.
Como digo van para diez años contando cosas, cometiendo errores y disfrutanto, por encima de todo. Pero antes de arrancar me tocó padecer las prácticas de verano. Las primeras fueron en La Voz de Baleares y la cosa acabó como el rosario de la aurora. Mi venganza fue la posterior desaparición del rotativo. Y luego, por cosas de la vida, apareció Radio Mallorca-Cadena Ser, donde más he disfrutado del periodismo y del medio.
Bueno, al grano, que se nos pasa el arroz. En ese mi primer verano de prácticas se cerró el acuerdo de gobierno para el primer Pacte de Progrès. Se sucedían las ruedas de prensa y al joven Miguel le tocó cubrir una en la Conselleria d'Educació. Allí hablaron de crear una Facultad de Medicina. Ya está. Ya tengo titular. ¡Qué buen periodista soy! Con toda la alegría del mundo le comunico a la jefa de Informativos de la SER, la grandísima periodista María Jesús Armendáriz, que el Pacte proyecta crear la Facultad de Medicina en la UIB. La cara que puso no fue de haber recibido la noticia del día y sus palabras menos: "Miguel, en esta Isla llevan hablando de la Facultad de Medicina desde que Franco era corneta". Doce años después todavía no está en las aulas de la UIB el galeno que deberá curarme de mi futuro, aunque seguro, infarto de miocardio.
Con esto quiero decir que los compañeros de la sección de local de las diferentes redacciones deben estar hasta los mismísimos de hablar de la Facultad de Medicina. Porque todavía no existe, no, pero no se ha dejado de hablar de ella. Y ni una piedra. No se ha puesto ni una piedra.
Pues bien, los periodistas deportivos y los mallorquinistas ya tenemos nuestra propia "facultad de medicina" y esa no es otra que el Lluís Sitjar. Qué pesadez. Cada cierto tiempo el viejo estadio sale a colación ya sea para hablar de que lo han okupado, de que se ha incendiado, de que hay que derrumbarlo, expropiarlo, venderlo o reformarlo. Ahora el tema es reformarlo y volver a casa en el Centenario de aquí a un lustro. Antes se hablaba mucho y se pedían cosntantemente ayudas públicas. Ahora, en este penúltimo caso se habla de financión 100% privada, lo cual sorprende por la situación económica del club que, supongo,no hará falta desgranar.
Al final el lobo vendrá, sí. Al final tendremos nuevo estadio. Al final de nuestra querida UIB saldrán médicos. Incluso en este país algún día se volverá a crear empleo. Pero, ¿ahora? ¿Qué empresa privada tiene la solvencia económica para gastarse 100 millones de euros para remodelar el Lluís Sitjar? Ya no hablo del precio que me parece ciertamente escaso para tamaño proyecto.
¿Quién se lo cree? Creo que nadie. ¿Se lo cree el Mallorca? Creo que no. En esta noticia, parida desde el seno del club se esconden segundas intenciones. ¿Cuáles? El tiempo lo dirá o no. Uno tiene sospechas pero no realidades contrastadas y sería hablar por hablar. Sería una teoría más de las que tenemos todos.
Con estas palabras no pretendo desilusionar a nadie. A mí, volver a casa me hace ilusión, pero no veo que este sea el momento. Tampoco veo que esto se acabe aquí. Es más, ya me imagino, dentro de un par de décadas, a un joven becario llegando a la redacción con la noticia de que el Mallorca quiere volver al Lluís Sitjar y ya sé lo que diré al joven proyecto de periodista: "De la vuelta al Lluís Sitjar, querido, se hablaba ya cuando tu Rey salía con Eva Sanum".

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