Por Miguel Verger
El mallorquinismo se ha instalado en un halo de pesimismo regado por tres derrotas consecutivas y por un final de mercado que no ha salido como todos esperábamos. Esa es la realidad. Pero si uno intenta ser frío, las conclusiones no pueden ser tan apocalípticas como creemos. Cuando uno analiza un hecho ya consumado siempre se juega con ventaja y, muy fácilmente, eso se podría convertir en ventajismo. Sí, ese recurso tan periodístico pero que nos engloba a todos en la vida cotidiana. Se trata no sólo de tener razón sino de dejar constancia de ello. Tampoco me gustaría caer en la obviedad permanente aunque hay un hecho indiscutible, el Mallorca tiene peor plantilla el 1 de febrero que la que tenía el 1 de septiembre de 2010. Plantilla, que no equipo.
Y tiene una plantilla más descompensada. Pero hablar de la descompensación de una plantilla parece que sólo tiene connotaciones negativas pero también subyacen las positivas.. Por ejemplo, una obviedad: tras la baja de Ratinho, el Mallorca tiene un lateral derecho y tres laterales zurdos. Esta afirmación, esta obviedad, responde a varios factores. En el lado negativo, que es el que tenemos injustamente más presente, podemos encontrar que Ratinho no ha rendido y que se ha preferido reforzar una línea con más efectivos que coches en la Castellana con la inscripción de Aki; también implica que no se le ha encotrado una salida a Corrales y, aunque se venda lo contrario, no ha sido porque el jugador se haya negado a salir sistemáticamente. Pero vayamos al otro lado de la pila, al lado positivo. Si hay un número exagerado de laterales zurdos también es porque un chaval de abajo, Kevin, por diversas casualidades tuvo que dar el salto antes de lo previsto y, ante esa oportunidad, el chaval se ganó el puesto en la primera plantilla. Eso, que siempre es positivo, acentúa la descompensación entre un lado y el otro. Quizás, no lo sé, antes de dar la oportunidad a un chico de abajo preferiríamos experimentos raros a la usanza de temporadas anteriores y muchos no sabríamos quien es Kevin.
Y el ejemplo de Kevin se repitió con Tejera. Al catalán no le bastó una gran eliminatoria de Copa contra el Sporting y tuvo que esperar a un gran partido en el Bernabéu, donde jugó porque no había nada más, para hacerse un hueco en la mente de Laudrup. Quizás, si Tejera no tuviera que convivir a la sombra de su maldita cláusula ya llevaría muchos minutos más en la máxima categoría, pero dudo que eso nos lo vaya a confirmar nadie. A pesar de que Laudrup encontró un refuerzo con el que no contaba, el danés insistió, de acuerdo con el club, en inscribir a Akihiro Ienaga. Todo esto está dicho por Laudrup, que Tejera es un refuerzo y que está de acuerdo en la inscripción de Aki en lugar de Ratinho. Sea por lo que sea, hay dos centrocampistas más a costa de un lateral derecho menos. Eso significa que el club y el cuerpo técnico ya contaban que, por ahí, se iba a romper el equilibrio. Porque supongo que nadie esperaba ya, el último día de mercado, que el Chori iba a irse después de rechazar, en este caso sí podemos decir sistemáticamente, todas las ofertas que llovían en las oficinas de Son Moix.
Asunto y meción aparte merece el capítulo de la delantera, la línea que peor parada ha salido, justamente la que peor estaba, al menos en cuanto a efectivos. Webó es el titular, Víctor está lesionado y Cavenaghi no contaba. Urgía un fichaje, ante la inminente salida del argentino. Las cosas, en este caso, se hicieron tarde, mal y, posiblemente, al revés. El desenlace lo sabemos todos.
La salida de Cavenaghi no iba a reportar beneficio económico alguno, más allá del ahorro de parte de su ficha. Me parece importante resaltar esto porque si se hubiera truncado la salida del "Torito" no hubieras perdido ningún tipo de ingresos. Así, lo lógico hubiera sido que el Mallorca se cubriera las espaldas, dándole la vuelta al tópico que reza que antes de entrar dejen salir. Lo primero era encontrar un sustituto y, posteriormente, abrir la puerta al "Torito" y más teniendo en cuenta que en Brasil el mercado se cierra mucho más tarde y que, por tanto, no había prisa alguna, al contrario que con Ujah. Al irse primero Cavenaghi provocas que un posible club, en este caso el Lilleström, juegue con tu necesidad y, a horas del cierre del mercado, también con tu desesperación. Dijo Laudrup que "si no tienes dinero hay que correr más". También hay que correr mejor y saber cuando uno tiene que frenar en seco, añado. Y si a los noruegos el último día les dio por jugar al gato y al ratón, desistes a media tarde y a otra cosa mariposa. A por otra opción, que las había. Y quién sabe igual hasta te hubieran llamado los noruegos, pero esto ya es especulación pura.
La síntesis es que la plantilla tiene lagunas pero que, si todos siguen sanos, no tienen por qué notarse. De los once titulares no se ha ido nadie y eso con el Mallorca en mitad de tabla y angustiado por la economía ya es mucho decir y si no que le pregunten al Espanyol.
Y tiene una plantilla más descompensada. Pero hablar de la descompensación de una plantilla parece que sólo tiene connotaciones negativas pero también subyacen las positivas.. Por ejemplo, una obviedad: tras la baja de Ratinho, el Mallorca tiene un lateral derecho y tres laterales zurdos. Esta afirmación, esta obviedad, responde a varios factores. En el lado negativo, que es el que tenemos injustamente más presente, podemos encontrar que Ratinho no ha rendido y que se ha preferido reforzar una línea con más efectivos que coches en la Castellana con la inscripción de Aki; también implica que no se le ha encotrado una salida a Corrales y, aunque se venda lo contrario, no ha sido porque el jugador se haya negado a salir sistemáticamente. Pero vayamos al otro lado de la pila, al lado positivo. Si hay un número exagerado de laterales zurdos también es porque un chaval de abajo, Kevin, por diversas casualidades tuvo que dar el salto antes de lo previsto y, ante esa oportunidad, el chaval se ganó el puesto en la primera plantilla. Eso, que siempre es positivo, acentúa la descompensación entre un lado y el otro. Quizás, no lo sé, antes de dar la oportunidad a un chico de abajo preferiríamos experimentos raros a la usanza de temporadas anteriores y muchos no sabríamos quien es Kevin.
Y el ejemplo de Kevin se repitió con Tejera. Al catalán no le bastó una gran eliminatoria de Copa contra el Sporting y tuvo que esperar a un gran partido en el Bernabéu, donde jugó porque no había nada más, para hacerse un hueco en la mente de Laudrup. Quizás, si Tejera no tuviera que convivir a la sombra de su maldita cláusula ya llevaría muchos minutos más en la máxima categoría, pero dudo que eso nos lo vaya a confirmar nadie. A pesar de que Laudrup encontró un refuerzo con el que no contaba, el danés insistió, de acuerdo con el club, en inscribir a Akihiro Ienaga. Todo esto está dicho por Laudrup, que Tejera es un refuerzo y que está de acuerdo en la inscripción de Aki en lugar de Ratinho. Sea por lo que sea, hay dos centrocampistas más a costa de un lateral derecho menos. Eso significa que el club y el cuerpo técnico ya contaban que, por ahí, se iba a romper el equilibrio. Porque supongo que nadie esperaba ya, el último día de mercado, que el Chori iba a irse después de rechazar, en este caso sí podemos decir sistemáticamente, todas las ofertas que llovían en las oficinas de Son Moix.
Asunto y meción aparte merece el capítulo de la delantera, la línea que peor parada ha salido, justamente la que peor estaba, al menos en cuanto a efectivos. Webó es el titular, Víctor está lesionado y Cavenaghi no contaba. Urgía un fichaje, ante la inminente salida del argentino. Las cosas, en este caso, se hicieron tarde, mal y, posiblemente, al revés. El desenlace lo sabemos todos.
La salida de Cavenaghi no iba a reportar beneficio económico alguno, más allá del ahorro de parte de su ficha. Me parece importante resaltar esto porque si se hubiera truncado la salida del "Torito" no hubieras perdido ningún tipo de ingresos. Así, lo lógico hubiera sido que el Mallorca se cubriera las espaldas, dándole la vuelta al tópico que reza que antes de entrar dejen salir. Lo primero era encontrar un sustituto y, posteriormente, abrir la puerta al "Torito" y más teniendo en cuenta que en Brasil el mercado se cierra mucho más tarde y que, por tanto, no había prisa alguna, al contrario que con Ujah. Al irse primero Cavenaghi provocas que un posible club, en este caso el Lilleström, juegue con tu necesidad y, a horas del cierre del mercado, también con tu desesperación. Dijo Laudrup que "si no tienes dinero hay que correr más". También hay que correr mejor y saber cuando uno tiene que frenar en seco, añado. Y si a los noruegos el último día les dio por jugar al gato y al ratón, desistes a media tarde y a otra cosa mariposa. A por otra opción, que las había. Y quién sabe igual hasta te hubieran llamado los noruegos, pero esto ya es especulación pura.
La síntesis es que la plantilla tiene lagunas pero que, si todos siguen sanos, no tienen por qué notarse. De los once titulares no se ha ido nadie y eso con el Mallorca en mitad de tabla y angustiado por la economía ya es mucho decir y si no que le pregunten al Espanyol.
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