La cosa ya no empezó bien, la verdad. Con la miel de la Champions en los labios y zas...gol del Sevilla en Almería en el tiempo de descuento. Nunes y compañía se quedaban sin poder abrir una gran botella de cava que había sobre el césped. Esa botella era para celebrar una gran temporada y la clasificación para la Liga Europa. Pero por unos momentos, durante muchos minutos la Champions no era un sueño y al final lo que era una celebración se quedó en decepción; Sin embargo, la afición no dudó en arropar a los suyos, había sido una gran temporada y tocaba celebrarlo en las Tortugas. La frase de todos los jugadores, subidos en aquel escenario, era: "El año que viene...nos vemos en Europa!". Era consuelo, pero también ilusión y hacer buena esa canción de la afición tan popular el pasado año como el "volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a Europa, volveremos otra vez"...(continúa)
Albert Salas
Albert Salas
Pues nada, cambio de accionariado, cambio de entrenador y nueva temporada...casi nada. Visto y leído así parece que fue coser y cantar, pero vaya meses para todos, sobre todo para los futbolistas, para mis compañeros de profesión y para la afición en general, deseosa de la tan anhelada estabilidad institucional.
El Mallorca viajaba a Holanda y el runrun de que la UEFA vetaría al Mallorca iba in crescendo. Por detrás el Villarreal estaba faenando e incluso su entrenador, el tal Garrido, se atrevía a decir que tenían ilusión por jugar en Europa...¿Ilusión?, ¿qué ilusión señor entrenador del Villarreal?. Ilusión la de los jugadores que se lo ganaron en el campo y para la ilusión la de la afición del Mallorca.
Creo que era un jueves 22 de julio. Durante todo el día la expedición del Mallorca estaba incómoda, como temerosa e intuyendo la decisión final. Los futbolistas nos preguntaban si se sabía algo, que les informáramos a la más mínima. Era una simbiosis total.
El equipo jugaba en Zwolle esa tarde y los teléfonos echaban humo. Los de los periodistas y los de los jugadores. la UEFA había vetado al Mallorca. Los enviados especiales desplazados hasta Holanda teníamos que acecarnos a los jugadores, saber qué opinaban de la cacicada de la UEFA. Todavía recuerdo la estampa de Nunes, Martí, Aouate y Víctor en la puerta de salida del estadio del Zwolle (ya lo quisiéramos en Mallorca). Todos ellos tenían una cara de decepción total, de incredulidad. Era el caso de un veterano como Pep Lluís Martí, todo un amante de su profesión y a la vez utópico...utópico porque creía hasta ese día en que el futbol era de los futbolistas, que la justicia existía y que ellos eran los merecedores de la plaza europea. Y tanto que lo eran, el problema es que esto es un negocio y el Mallorca había sido apartado de él por las maniobras de Roig, Villar, Platini...Nunes tampoco se lo creía, nos demandaban información y para mal rato el de Aouate, que tampoco daba crédito.
Después de confirmarse la noticia el Mallorca hizo todo lo que pudo. Me refiero a los futbolistas, al cuerpo técnico y a la afición. Como desconozco el mundo del derecho no me meto en temas de recursos, apelaciones y demás. Hubo camisetas, manifestaciones...pero nada. El Villarreal era el nuevo propietario de la plaza para jugar la Euroa League. Se rompía la ilusión y los amarillos conseguían algo que hasta ahora ningún equipo había conseguido: enemistarse con una afición tranquila y siempre respetuosa. Una afición que quiere venganza, derrotar en el campo, justo donde se ganó jugar en Europa, a un equipo que se mueve con aires de grandeza. Grande es su equipo, su estadio, su afición, su ciudad deportiva, su planificación, pero no sus formas ni sus movimientos de despacho. Como dice Serra Ferrer: "Se ha perdido el respeto, la ética".
Seguro que me he dejado muchas cosas, como detalles de la manifestación de Palma (lo siento estaba en Holanda), pero la definición de injusticia deportiva ya tiene un grandísimo ejemplo: El veto de la UEFA al Mallorca. Y todo por deber a Hacienda...¿Cuánto debe el Madrid?, ¿cuánto debe el Barça?, o ¿cuánto debe el Villarreal, señor Roig?...se ve que el Mallorca no interesa en este negocio de grandes equipos y nuevos ricos.
Ese dia estaba yo por el cesped de son moix haciando fotos y viendo el partido en los video marcadores, cuando marco el Sevilla y ver la cara de los jugadores fue como un cuando te roban la cartera o el movil y te quedas sin reaccion solo de impotencia y rabia... las primeras palabras que me dijo Nauzet: "has visto al portero, nos han vendido"
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