Por Albert Salas
Fernando Cavenaghi vive un auténtico ostracismo. Michael Laudrup no cuenta para nada con el delantero argentino, fichado como la gran estrella que debía aportar goles y puntos para no sufrir en esta temporada. Era la guinda del pastel que había confeccionado Serra Ferrer después de mantener a la columna vertebral del equipo con las renovaciones de Aouate, Nunes, Ramis y Martí, y el fichaje de un playmaker como De Guzmán. Con todo esto faltaba un airete. Porque claro, Pierre Webó debía salir del equipo porque su ficha era excesiva. En estas llegó Cavenaghi. Arribó a Mallorca como una gran estrella, pero con el paso de los meses se ha apagado totalmente. Ha metido cuatro goles pero Laudrup no le quiere para su sistema.
Según el danés, Cavenaghi sería titular en un equipo grande, donde muchos jugadores le podrían nutrir de pases de gol. Sin embargo, es un nueve que choca con lo que tiene alrededor. Todo lo contrario que Webó, capaz de luchar de lado a lado, fijar defensas y con enorme capacidad de remate. Víctor también lo ha pasado mal, sin jugar en los partidos lejos de Palma pero ha recuperado la confianza de Laudrup en estos dos últimos partidos.
Acusado de tener excesivo peso, Cavenaghi decidió no viajar a Argentina en esta época navideña y quedarse entrenando en la Ciudad Deportiva Antonio Asensio. Esta decisión buscaba una reacción que fuera más allá de lo físico, que se ha evidenciado con una reducción de peso considerable. El torito quería convencer a Laudrup para este proyecto, hacer un último esfuerzo para demostrar que tiene un lugar en el equipo. Según él, tanto en el Spartak de Moscú como en el Girondins de Burdeos había tenido una larga etapa de aclimatación.
Pero nada, ayer ni calentó y eso que había un resultado de aquellos que pueden servir para recuperar a jugadores. Cavenaghi se quedó en el banquillo con cara de póker y tal vez sea la gota que colma el vaso. El fútbol da muchas vueltas, el caso de Víctor es el mejor ejemplo y no hace ni un mes parecía fuera después del fallo contra el Racing de Santander. El problema es que Laudrup no cree que Cavenaghi sea una pieza que falte en su puzzle, más bien sobra, y el sueldo del delantero podría ir para otra pieza que si encajara. El mes se antoja largo y Cavenaghi puede volver a hacer las maletas.
Fernando Cavenaghi vive un auténtico ostracismo. Michael Laudrup no cuenta para nada con el delantero argentino, fichado como la gran estrella que debía aportar goles y puntos para no sufrir en esta temporada. Era la guinda del pastel que había confeccionado Serra Ferrer después de mantener a la columna vertebral del equipo con las renovaciones de Aouate, Nunes, Ramis y Martí, y el fichaje de un playmaker como De Guzmán. Con todo esto faltaba un airete. Porque claro, Pierre Webó debía salir del equipo porque su ficha era excesiva. En estas llegó Cavenaghi. Arribó a Mallorca como una gran estrella, pero con el paso de los meses se ha apagado totalmente. Ha metido cuatro goles pero Laudrup no le quiere para su sistema.
Según el danés, Cavenaghi sería titular en un equipo grande, donde muchos jugadores le podrían nutrir de pases de gol. Sin embargo, es un nueve que choca con lo que tiene alrededor. Todo lo contrario que Webó, capaz de luchar de lado a lado, fijar defensas y con enorme capacidad de remate. Víctor también lo ha pasado mal, sin jugar en los partidos lejos de Palma pero ha recuperado la confianza de Laudrup en estos dos últimos partidos.
Acusado de tener excesivo peso, Cavenaghi decidió no viajar a Argentina en esta época navideña y quedarse entrenando en la Ciudad Deportiva Antonio Asensio. Esta decisión buscaba una reacción que fuera más allá de lo físico, que se ha evidenciado con una reducción de peso considerable. El torito quería convencer a Laudrup para este proyecto, hacer un último esfuerzo para demostrar que tiene un lugar en el equipo. Según él, tanto en el Spartak de Moscú como en el Girondins de Burdeos había tenido una larga etapa de aclimatación.
Pero nada, ayer ni calentó y eso que había un resultado de aquellos que pueden servir para recuperar a jugadores. Cavenaghi se quedó en el banquillo con cara de póker y tal vez sea la gota que colma el vaso. El fútbol da muchas vueltas, el caso de Víctor es el mejor ejemplo y no hace ni un mes parecía fuera después del fallo contra el Racing de Santander. El problema es que Laudrup no cree que Cavenaghi sea una pieza que falte en su puzzle, más bien sobra, y el sueldo del delantero podría ir para otra pieza que si encajara. El mes se antoja largo y Cavenaghi puede volver a hacer las maletas.
No me creo ni de lejos que los minutos de los que ha dispuesto el torito le basten a Laudrup para seber que es un jugador que no puede disputar ni un minuto en este equipo
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