lunes, 20 de diciembre de 2010

El Almería, un equipo partido

Por Miguel Verger
Analizar un rival en la Copa del Rey es, en muchos casos, una moneda al aire. Uno no sabe si el rival jugará con el equipo titular, con el equipo reserva, con una mezcla de ambos,...Cuando dicho rival te toca en la segunda ronda, al menos, tienes la referencia de lo hecho anteriormente en la ronda del K.O. Pero tengo mala suerte, al Mallorca le tocó en suerte el Almería. Esto es, en dieciseisavos el entrenador era Juanma Lillo y ahora José Oltra. Dicho esto, de nada sirve la anterior eliminatoria.
El siguiente recurso es hablar del sistema de Oltra. Tampoco puedo. Ha usado dos sistemas en 3 partidos. En casa suele jugar con dos delanteros natos, pero la única victoria le ha llegado con el sistema, más defensivo, con una única referencia en la punta. Casualidades de la vida, José Luis Oltra sólo ha ganado un partido de tres y fue el día que utilizó el sistema de Lillo con trivote y un delantero...También es dificil saber con qué mentalidad van a salir los andaluces. Uno puede pensar que, al estar luchando por la permanencia, la Copa les puede llegar a molestar. Es una posibilidad pero nunca una ciencia exacta. Sin ir más lejos, el Mallorca ganó una Copa ante un Recreativo ya descendido, el Atlético jugó una final de Copa en la misma situación que el Recreativo y el Espanyol ganó su última una Copa el año que se salvó de milagro y en el descuento del último partido. Son tres ejemplos recientes de equipos con apuros en la liga, pero que no por ello tiraron la Copa del Rey.
Después de estas primera líneas que, básicamente, sirven para curarme en salud ante futuras réplicas o más que posibles errores intentemos profundizar un poco en este Almería de Oltra. Equipo que, como el turrón, vamos a tener estas dos semanas hasta en la sopa. Serán tres partidos hasta el 9 de enero.
José Luis Oltra vive, en estos momentos, su tercera experiencia como entrenador en la máxima categoría. Las dos anteriores acabaron de la misma manera, con el descenso de categoría. La temporada pasada en Tenerife y, anteriormente, en Valencia con aquel Levante víctima de la gran remontada del Mallorca.
El currículum de Oltra engordó, básicamente, con el ascenso con el propio Tenerife, una buena temporada con el Ciudad de Murcia también en Segunda y buenos papeles en equipos de la Comunidad Valenciana en la categoría de bronce. Su mancha, por lo tanto, es la máxima categoría. Y no cuadra porque la filosofía de Oltra parece que encaja mejor en Primera. Es un entrenador amante del fútbol de ataque y sus equipos miran hacia adelante, pero no tienen equilibrio defensivo y, eso, equipos de esa categoría lo suelen pagar. Como ejemplo un dato demoledor, en 24 partidos como visitante en Primera los equipos de Oltra sólo han ganado dos partidos. Eso sí, con el Almería el porcentaje se eleva hasta el infinito. Un partido, una victoria.
Pero, la primera cita es en Almería, en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo. Probablemente, el estadio más frío y con menos asistencia de la Primera División en dura pugna con el Iberostar Estadi y el Coliséum Alfonso Pérez de Getafe. El ambiente será, por lo tanto, frío tirando a gélido, quizás como la temperatura. El Almería de Oltra, y en este caso, no considero que sea responsabilidad suya, es un equipo partido. Las armas ofensivas superan ampliamente las defensivas, con una retaguardia impropia de Primera División. Los hombres que luchan por equilibrar estas dos facetas, con mayor o menor éxito, son el porterazo Diego Alves en la detención y los centrocampistas M'bami, Bernardello y Vargas en la destrucción. Si Oltra apuesta por el portero suplente, el veterano Esteban, la clasificación del Mallorca estará un puntito más cerca. Alves, futbolísticamente hablando, es la cara de la crisis. Sólo la falta de liquidez en el fútbol explica que siga en Almería, donde cada temporada suya supera a la anterior. De la defensa nada es destacable, si acaso, la proyección, que no realidad, del lateral brasileño Michel. En conjunto, la defensa almeriense es una mezcla de nacionalidades y trayectorias diferentes. En el centro Carlos García ha vuelto tras una cesión al Betis y no se presume que sea un valladar (ver primer gol del Getafe la pasada jornada). El capitán Acasiete está en una trayectoria descendiente y esa curva empezó hace ya varias temporadas. Hablando claro, que sea un jugador válido despierta bastantes interrogantes. Puede que fuera, el peruano, uno de los culpables de que el Mallorca no dispute este año la Champions, más allá de lo que hubiera podido pasar en los despachos. Para el lateral zurdo, Oltra opta por el noruego Jakobsen. Un jugador verde, muy verde, y es que parece que los defensas escandinavos no acaban de tener suerte en España, si exceptuamos, quizás, al sueco Mellberg que jugó en el Racing. Como es Copa, y como hemos dicho, puede jugar un equipo B, Oltra tiene en la recámara al canterano Lillo, como lateral derecho, y a los centrales Silva y Rigo, éste último mallorquín de la cantera del Mallorca que, tras dar algunas vueltas, parece que ha encontrado su sitio en la tierra del Spaghetti Western. Luego, a medio camino entre la defensa y el centro del campo, por cualquiera de las dos bandas, encontramos a Juanma Ortiz. Quizás lo más destacado de la faceta defensiva en un hombre, eso sí, con marcado carácter ofensivo.
En el centro del campo, como hemos dicho, Bernardello, Vargas y M'Bami (Mo, reza su camiseta), se encargarnan de la destrucción. Siendo el partido en Almería sería extraño que jugaran los tres. Quizás, para darle un poco de sentido al juego entre en liza Corona. Un zurdo fino y elegante de la factoría del Madrid Pero de eso ya ha llovido mucho, incluso en Almería. Puede que Oltra ponga de enganche a Valeri, sin duda, la mayor decepción del Almería esta temporada y que ha ratificado en España lo que dejó entrever en Portugal, que no se adapta a Europa. Cedido por el Oporto, Valeri fue campeón del apertura con Lanús, de ahí al Oporto donde no cuajó y desde donde viene cedido al Almería. Se esperaba mucho de él pero ya se espera poco. La novedad principal de Oltra, respecto a Lillo, es la alineación de dos referencias arriba. Ulloa, que no tenía muchos minutos con Lillo, y Uche, uno de los deseos de Nando Pons cuando pintaba algo. El sueco Goitom podría tener su oportunidad para tratar de convencer a Oltra.
Y, si por algo dejará huella este Almería, Alves aparte, es por Crusat y Piatti. Albert Crusat, cantera del Espanyol, es un puñal por banda pero físicamente no está en su mejor momento y, eso, para alguien que vive básicamente de su velocidad, es casi como jugar al fútbol con una pierna. Y la estrella de este equipo es Pablo Piatti. El argentino cumple su tercera campaña con el Almería y su evolución, si bien lenta, no frena. Gran jugador a quien no le ayudó en nada su comparación con Messi cuando llegó a España. Dicen que el Almería ha rechazado una oferta por él de 10 millones de euros. Lo dudo. No los vale pero los puede llegar a valer. Solo tiene 21 años y su fútbol sigue creciendo. Lo que hizo hace ocho días en el Sánchez Pizjuán no lo hacen muchos que no vistan de blanco o blaugrana.
En definitiva, este Mallorca en horas bajas visita un Almería asequible y desequilibrado. Con lagunas defensivas que, en muchas ocasiones, se convierten en océanos pero con metralla arriba. Un equipo que pierde en la defensa lo que gana en la delantera y que si busca el equilibrio puede que se haya equivocado en la elección de Oltra como entrenador. Eso, el tiempo lo dirá. Pero, si uno juega siempre a pecho descubierto, los rivales, al final, saben que con partírtelo te pueden vencer.

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