Por Miquel Rosselló
Decíamos desde Zona Mixta que el partido ante el Almería en Copa era una de las última oportunidades para Cavenaghi y Ratinho. El punta argentino, sin hacer un partido destacable, anotó dos goles y demostró un olfato que no está acorde con su entrega sobre el campo y en los entrenamientos. Lo más sangrante fue el partido realizado por el lateral brasileño.
Decíamos desde Zona Mixta que el partido ante el Almería en Copa era una de las última oportunidades para Cavenaghi y Ratinho. El punta argentino, sin hacer un partido destacable, anotó dos goles y demostró un olfato que no está acorde con su entrega sobre el campo y en los entrenamientos. Lo más sangrante fue el partido realizado por el lateral brasileño.
Lento, dubitativo, fallón, tierno al cruce. Todos los adjetivos que se puedan imaginar nuestros lectores, todos ellos peyorativos respecto a la actitud de un defensa, los encarnó Ratinho. Un jugador que ilusionó a su llegada, que cuajó buenos partidos pero que se ha ido deshinchando poco a poco cual globo, para quedar relegado a la suplencia. Suplente de un Cendrós que no es precisamente santo de la devoción de Michael Laudrup.
El bajo coste de su fichaje y que viniera avalado por Rivaldo y Llorenç Serra Ferrer (de su etapa en Grecia) hacían que al jugador se le concediera un margen de confianza. Un total desconocido de 24 años, que había deambulado por ligas de poca monta, no ofrecía mucha seguridad. Aunque sus valedores sí. A día de hoy, ese margen se ha agotado por completo. No es permisible que el club siga dejando sin ficha a un media punta creativo como Ienaga (a pesar de que sea también una incógnita total), posición que el equipo necesita como el comer, para dársela a un lateral brasileño que cada día que pasa hace más bueno a Pau Cendrós.
La apuesta era arriesgada y salió mal. No pasa nada. No hay por qué flagelarse. De los dos brasileños que vinieron, Joao Víctor ha dado el nivel y por eso se ha consolidado en el equipo. Por eso Ratinho ha ido desapareciendo progresiva y alarmantemente. Ahora es el momento de enmendar ese error. Desconozco la vía que puede explotar el club para buscarle una salida, pero es más que necesario. No se puede mantener a un hombre que por su condición de extracomunitario barre el paso a jugadores que podrían aportar más al juego. Hubo un tiempo, en que estas plazas de extranjero se reservaban para auténticos cracks. Jugadores que marcaban diferencias y con cartel internacional. Es necesario volver a los albores de la Ley Bosman para recuperar el rumbo en estos casos.
Para mi eso es lo que más extraño. Serra le tuvo un año y medio en Grecia. Es decir lo vio continuamente y a pie de cesped. Algo le vería para confiar en él. Desde luego, ya añoramos todos a Mattioni, pero no esperabamos que se convirtiera en un coladero tan grave como está resultando.
ResponderEliminarhay mucho jugadores barato y libre, a prestamo, ..... es que alguien se equivoco con ratinho, estoy seguro que fue ofrecido muchas alternativa, pero serra ferrer queria mucho este.
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