Por David J. Nadal
“Hola, ets David? bon dia, passa” “Hola, bon dia”.
Primera jornada de rodaje. Son las 9 de la mañana de un día del septiembre pasado, en una preciosa casa blanca, por fuera, blanca por dentro, de Portocristo. Me encuentro en el comedor de Toni Nadal, que a pesar de mi presencia en su casa no levanta la cabeza ni la mirada.
Está sentado en el sofá manipulando un portátil. Serio, distante, va a lo suyo y se limita a un escueto “bon dia”. “Bon dia Toni, com va?”. Suerte de la presencia de Joana Maria, su mujer, que me ha abierto la puerta y me ha invitado amablemente a un cafetito. Me vendrá bien, para venir desde Palma me he levantado a las 7 y estoy un poco dormido. Tras pensármelo mucho y de mirar, ver, presenciar y disfrutar de unas espectaculares vistas a la bahía de Portocristo, me atrevo a sentarme para tomar mi café y conversar con la mujer de Toni Nadal. Él sigue a lo suyo.
“O sigui que vos anau a caminar un poquet, això está bé”. Toni Nadal, que parece que sigue a lo suyo, espeta sin levantar la mirada: “O no ho veus Joana que a aquest li vindrà molt bé caminar. No veus com está?”. Yo, que es verdad que no soy precisamente una bailarina, me vuelvo a poner de pie en un santiamén, meto pa’dentro la barriga y me digo “Déu meu, el que ens espera, rodar aquest documental serà pitjor que un part”. La primera en la frente.
Casi 7 meses después estrena hoy IB3 Televisió (21.25h y en HD) Mestre Toni, el documental. 7 meses después, 25 entrevistas, horas y horas de entrenamientos, viajes a Barcelona y Bilbao, la odisea de la entrevista a Pep Guardiola, montaje, montaje y más montaje, momentos de tensión, llamadas sin contestar, sms sin respuesta, vetos puntuales y alguna que otra discusión. Mestre Toni desvela aquello que se preguntó una vez el New York Times: “¿Quién es ese misterioso hombre de la gorra que siempre acompaña a Rafa Nadal?”. Pues ese es Mestre Toni, un tipo complejo, duro, ecléctico, serio, pero a la vez amable, educado, sencillo y normal. Como una moneda al aire. ¿De qué lado caerá…?
Ah! Y extremadamente irónico, como aquel día de septiembre que quiso jugar conmigo a primera hora de la mañana.
Ha sido un placer, Mestre Toni me ha hecho mejor.
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“Hola, ets David? bon dia, passa” “Hola, bon dia”.
Primera jornada de rodaje. Son las 9 de la mañana de un día del septiembre pasado, en una preciosa casa blanca, por fuera, blanca por dentro, de Portocristo. Me encuentro en el comedor de Toni Nadal, que a pesar de mi presencia en su casa no levanta la cabeza ni la mirada.
Está sentado en el sofá manipulando un portátil. Serio, distante, va a lo suyo y se limita a un escueto “bon dia”. “Bon dia Toni, com va?”. Suerte de la presencia de Joana Maria, su mujer, que me ha abierto la puerta y me ha invitado amablemente a un cafetito. Me vendrá bien, para venir desde Palma me he levantado a las 7 y estoy un poco dormido. Tras pensármelo mucho y de mirar, ver, presenciar y disfrutar de unas espectaculares vistas a la bahía de Portocristo, me atrevo a sentarme para tomar mi café y conversar con la mujer de Toni Nadal. Él sigue a lo suyo.
“O sigui que vos anau a caminar un poquet, això está bé”. Toni Nadal, que parece que sigue a lo suyo, espeta sin levantar la mirada: “O no ho veus Joana que a aquest li vindrà molt bé caminar. No veus com está?”. Yo, que es verdad que no soy precisamente una bailarina, me vuelvo a poner de pie en un santiamén, meto pa’dentro la barriga y me digo “Déu meu, el que ens espera, rodar aquest documental serà pitjor que un part”. La primera en la frente.
Casi 7 meses después estrena hoy IB3 Televisió (21.25h y en HD) Mestre Toni, el documental. 7 meses después, 25 entrevistas, horas y horas de entrenamientos, viajes a Barcelona y Bilbao, la odisea de la entrevista a Pep Guardiola, montaje, montaje y más montaje, momentos de tensión, llamadas sin contestar, sms sin respuesta, vetos puntuales y alguna que otra discusión. Mestre Toni desvela aquello que se preguntó una vez el New York Times: “¿Quién es ese misterioso hombre de la gorra que siempre acompaña a Rafa Nadal?”. Pues ese es Mestre Toni, un tipo complejo, duro, ecléctico, serio, pero a la vez amable, educado, sencillo y normal. Como una moneda al aire. ¿De qué lado caerá…?
Ah! Y extremadamente irónico, como aquel día de septiembre que quiso jugar conmigo a primera hora de la mañana.
Ha sido un placer, Mestre Toni me ha hecho mejor.
